Ayer no escuchaba villancicos, lo que entraba por mis oidos eran tus carcajadas, tus gritos de felicidad, no veía adornos de Navidad te veía a ti llenando todas las casas y lugares con tú presencia, y sabes porque te veía?
Porque en la mayoría de casas veía felicidad y tranquilidad, y eso era lo que transmitías tú con tu sonrisa :)
El día de ayer se hizo largo, muy largo, pero a pesar de todo no me arrepiento de haberlo pasado porque te sentí muy cerca aunque a la vez muy lejos.
Lo que hice fue caminar de un lado a otro, coger el coche y recorrer carreteras que tú recorrías, para finalmente ir a nuestra cala de noche y contemplar tú estrella, brillaba con mucha fuerza, me imagine que eras tú mandando un mensaje, diciéndome que eres feliz ahí arriba, quiero creerlo cariño, quiero pensar que a pesar de no poder estar con tus hermanos, con tus sobrinas o conmigo, eres feliz y tengo la certeza que desde ahí arriba nos cuidas a todos.
Al menos eso dice tú sobrina pequeña...
Dice que como eres tan buena diosito te a llevado al cielo para cuidar de la gente, para que nadie se ponga enfermito como tú, ella es un poquito feliz con sus pensamientos y como dice quien tú ya sabes, bendita niñez.
Por cierto cada día como supongo que tú ya sabrás se sienta en tú cama para hablar contigo y hay una cosa que siempre pide, dice que tienes que volver para que el tito Marcos vuelva a sonreír porque desde que tú te fuiste a las nubes él ya no juega con ella, hazle caso, se que no vas a volver, pero dame fuerzas para que empiece a sonreír.
A pesar de todo, Feliz Navidad Silvia ♥